
Essaouira, con su mezcla de historia, brisa oceánica y espíritu artístico, es uno de los destinos más encantadores del litoral marroquí. Esta ciudad costera amurallada combina cultura, playa y gastronomía, ofreciendo una experiencia relajada y auténtica, lejos del bullicio de otras ciudades más turísticas.

Qué ver y hacer en Essaouira
Pasear por la medina, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es como caminar por una obra de arte viviente. Sus callejones blancos y azules están llenos de talleres de artesanía, galerías de arte y pequeñas tiendas con encanto. No te pierdas el Skala de la Ville, una antigua muralla con vistas al océano, cañones y panorámicas espectaculares, y el puerto pesquero, donde cada día los barcos descargan el pescado fresco frente a tus ojos. También puedes visitar el Museo Sidi Mohammed Ben Abdallah para conocer la historia local.

Mejores playas y deportes acuáticos (surf y kitesurf)
Essaouira es conocida por sus vientos constantes, lo que la convierte en un paraíso para los amantes del surf, windsurf y kitesurf. La playa principal de Essaouira es amplia, ventosa y perfecta para deportes acuáticos, con muchas escuelas y alquiler de equipos. Si buscas algo más tranquilo, dirígete a Sidi Kaouki, a unos 25 km al sur, una playa salvaje ideal para surfistas más experimentados y para quienes quieren escapar de las multitudes.

Comer junto al mar: qué y dónde
Nada como comer pescado fresco con vistas al océano. En el puerto, puedes elegir tu pescado del día y hacerlo cocinar al momento en uno de los pequeños puestos informales. Para una experiencia más refinada, prueba restaurantes como La Table by Madada, Ocean Vagabond o Taros, que combinan buena cocina y vistas espectaculares. Prueba platos típicos como el tajine de pescado, calamares a la parrilla, o el tradicional harira, acompañados de un té a la menta con vistas al atardecer.

Arte, música y cultura local
Essaouira es una ciudad de artistas. Aquí han vivido y creado músicos, pintores y escritores durante décadas. La ciudad vibra especialmente durante el Festival Gnaoua, que fusiona música tradicional africana con jazz y sonidos contemporáneos. Durante todo el año, puedes visitar galerías de arte local, asistir a conciertos en bares o incluso participar en talleres artesanales. El ambiente bohemio y multicultural es parte del alma de Essaouira.

Cuándo ir y cuánto quedarse
Essaouira tiene un clima templado todo el año, gracias a la brisa del Atlántico. La mejor época para visitar es de abril a octubre, aunque incluso en verano las temperaturas son agradables. Si te interesa la música, planea tu viaje en torno al Festival Gnaoua (generalmente en junio).
¿Y cuánto quedarse? Unos 2 a 4 días son ideales para explorar con calma, disfrutar de la playa, perderse por la medina y empaparte del espíritu relajado de esta joya atlántica.